El pasado 17 de febrero asistimos a la jornada TEC de Innobasque en la que Sabino Ayestarán (Catedrático Emérito de la facultad de Psicología de la UPV -Universidad del País Vasco) presentaba el estudio “Equipos de innovación, instrumentos para la innovación organizacional”, en el que hemos participado durante el año 2014.(http://es.slideshare.net/innobasque/presentacin-sabino-upv-ehu).

En la jornada tuvimos la oportunidad de compartir nuestra experiencia con otras entidades. Tanto Ortzadar como Fundación Novia Salcedo, Artez Euskera, la Asociación Kale Dor Kajiko, el Ayuntamiento de Vitoria y la Fundación Etorkintza, hablamos de lo aprendido, de su impacto en las personas y en la organización, de los logros, y también de las dificultades encontradas en el proceso de puesta en marcha y en el desarrollo de los equipos de innovación en cada una de nuestras organizaciones.  

En nuestro caso, cuando nos decidimos a hacer esta apuesta por una nueva metodología de trabajo en equipo, lo hicimos con ilusión y, pese a cierta incertidumbre, también con la tranquilidad que da contar con el apoyo de Innobasque y la formación y asesoramiento de Sabino Ayestarán y su equipo.

A día de hoy no podemos estar más satisfechos y satisfechas. Esta nueva metodología nos ha permitido aprender a trabajar en equipos multidisciplinares, a generar espacios de trabajo integrando a todas las áreas de la empresa, a integrar las aportaciones de cada una de las personas, a utilizar nuevas herramientas para el trabajo en equipo y a desarrollar nuevos estilos de liderazgo. Nos ha permitido avanzar como personas, como equipos, y como organización.

 Como colofón, a finales de enero, organizamos un evento en el que cada equipo de innovación ha expuesto los resultados de su trabajo y, sobre todo, su vivencia de esta experiencia. Ha sido una forma fantástica de seguir aprendiendo, de compartir aquello a integrar y aquello a mejorar, y también, muy importante, de reconocer el esfuerzo que hemos realizado todas las personas que hemos participado. Por supuesto, el acto lo finalizamos con un lunch, muchas anécdotas, y casi demasiadas risas.

La conclusión: el cambio organizacional es posible. Hemos empezado a andar, pero queda mucho camino.

En el 2015… ¡queremos más!

Si quieres saber más puedes contactar con nosotros y nosotras. Las buenas experiencias son para compartirlas. Porque la experiencia que se comparte se vive dos veces.