Educamos en la escuela, educamos en la familia, educamos en la calle, pero… ¿cómo lo hacemos? ¿Qué transmitimos?
¿Estamos educando a las niñas y los niños al margen de todos los roles y estereotipos que nos impone la sociedad? ¿Estamos trasladando una cultura igualitaria, crítica con las imposiciones de género? ¿Estamos coeducando?
Mitigar/superar las imposiciones de género se convierte en una labor ardua, ya que supone luchar contra lo que, a diario, ven las niñas y los niños en la familia, en la escuela, en la televisión, en la sociedad en general.
Por ello, nos parece importante generar sinergias coeducativas entre todas las figuras y ámbitos educativos.
Apreciamos avances en el ámbito educativo formal (la escuela), con los planes de coeducación y actividades vinculadas a fechas señaladas como el 8 de marzo o el 25 de noviembre. También intervenciones puntuales en el ámbito educativo informal (las familias) a través de campañas de sensibilización o las escuelas de madres y padres, pero…
¿Qué sucede en el ámbito educativo no formal? Concretamente, ¿qué ocurre con el ocio de niñas y niños o adolescentes?
El ocio es una experiencia enriquecedora, un espacio vital que nos permite vivir experiencias placenteras y de desarrollo personal. Influye de manera decisiva en el desarrollo de niños y niñas. En las actividades lúdicas, y especialmente mediante el juego, aprenden valores y actitudes que trasladan a su vida cotidiana.
¿Qué usos hacen unas y otros de los espacios de ocio? ¿En qué emplean su tiempo libre? ¿Qué elecciones hacen ellas y ellos? ¿Qué posibilidades les ofrecemos? ¿Cómo se las ofrecemos? ¿Limitamos las alternativas de elección a unos o a otras?
Preguntas como éstas están en la base de cualquier planteamiento de ocio educativo, entendido como un espacio para la transformación social hacia la corresponsabilidad, igualdad y equidad de género.
La necesidad de contar con profesionales con implicación y formación en materia de coeducación para trabajar en el ámbito no formal, es obvia.
Por ello la acción que hemos propuesto en el marco del XII Foro para la igualdad:
Una acción encaminada a repensar modelos y explorar alternativas para promover acciones educativas que favorezcan la igualdad de género en los espacios no formales, en los que trabajamos con infancia y adolescencia. Ese es el contenido y el objetivo de la acción formativa “enfoque de género y coeducación en los espacios de ocio educativo”, que hemos desarrollado el día 16 de noviembre.
Un espacio enfocado a que el monitorado, que trabaja con infancia y adolescencia en espacios y programas de ocio, pueda ser agente transformador en el camino hacia la igualdad. Comenzamos con la gente de la casa, de Ortzadar. Nuestra ilusión, sumar personas y entidades, pensar, sentir y actuar por la igualdad. Esta es nuestra apuesta, y muy firme, para evitar los pasos hacia atrás.
La tribu entera educa…. y también coeduca.